(Domésticas): El ascensor

- 06/06/13
Categoría: Domésticas
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Hoy dedicamos más de media hora de la semestral reunión de propietarios a debatir sobre el ascensor. Aseguran que corremos cierto riesgo de verlo despeñarse con algún vecino dentro.

Exageran. De hecho, la condición de vecino es ya un gesto exagerado desde hace años.

Más de media hora y yo escrutando las caras de mis vecinos a ver si adivinaba a quien podrá/deberá corresponder esa dramática suerte. No lo descubrí y, ay, no llevaba espejo. Entretanto, recordaba la espléndida The Intuitionist, de Colson Whitehead, tal vez la mejor “novela de ascensores” jamás escrita. Estuve a punto de recomendarla, pero me abstuve. Ya saben ustedes cómo comienza… Y nadie sabe cómo acaba un vecino con una novela negra en las manos y una escalera que caracolea bajo bombillas de cuarenta watts.

También me abstuve en la votación que siguió al debate. De “the intuitionist” a “the abstentionist” no hay más que cinco plantas…

Por cierto, que la imagen que eligió Mondadori para la cubierta de La intuicionista en su edición española, esta

parezca una fotografía de la puerta de mi ascensor, como puede comprobarse,

y donde, encima, vuelo y el bueno de Bruno aparta la mirada, no es un dato visual muy alentador. Tampoco eso lo diré cuando baje a comprar el pan mañana.

© La fotografía es obra de Rómulo Sans.

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