Pablo Milanés, Silvio Rodríguez y Bruno, Rodríguez también
Jorge Ferrer - 07/09/11Categoría: Agua corriente

A mi fiel Bruno, esa noble criatura, le ha quitado el apetito la reacción de Silvio Rodríguez ante el affaire Pablo en Miami. Este Silvio vs. Pablo que el primero ha ido desgranando en la sábana de comentarios de su blog, como quien opina de boxeo desde fuera del ring, pero soltando guantazos. (Los comentarios de Silvio, en accesos más directos aquí y aquí.)
A sus tiernos dos años y piquito de edad, el bueno de Bruno conoce pasablemente la cancionística de ambos trovadores. Descendiente tal vez de aquel can que daba razón de ser a los gramófonos His Master’s Voice, tiene un privilegiado oído musical y se ufana de melómano, alarde que le ha valido montar con placentero éxito a un par de caniches snobs del vecindario, hembras las dos. Quienes se asomen a las listas de su cuenta en Spotify Pet Premium verán que ambos vates, Silvio & Pablo, tienen allí su asiento. No creo que se decante por uno o por otro, que sea «silvista» o «pablista», y no me atrevo a preguntárselo a estas horas después de los dos malos días que lleva.
—Bruno, desmaya ese tragiquismo, asere —le dije esta mañana mientras desayunábamos. A Bruno le hablo en cubano por aquello de hacer patria, aunque sea patria de perros—. ¿Qué más te da que Silvio quiera seguir siendo Silvio y a Pablo le haya dado por ser cada vez más Pablo?
—Ese singáo de Edmundo —ladró por respuesta y se rascó el flanco izquierdo buscando pulga que no vive ahí—. Dame su e-mail que le voy a escribir ahora mismo.
—Deja a Edmundo tranquilo que si te responde no vas a entender lo que te escriba. Y te lo digo por experiencia. ¡Y no ladres malas palabras, chico!
—Ese singáo de Edmundo —repitió, sordo a mis humanas razones.
—Edmundo no tiene culpa de nada —intenté tranquilizarlo—. Además, ¿desde cuándo perro come perro?
—Todo iba tan bien, compadre —ladró apenas con las orejas gachas. Cuando se pone melancólico, a Bruno se le pone cara de Schopenhauer—. Teníamos a esos dos trovadores bien encaminaditos. Silvio con sus críticas sosas pero eficaces en La Habana; Pablo con las suyas en el extranjero, más subiditas de tono. Y todo en los periódicos cada vez que piaban o pitaban. ¿No viste el editorial que publicó la revista Pelo, pico y pata de julio pasado? Era un ocaso perfecto y bien administrado. Singáo Edmundo.
—Tómatelo por el lado bueno, Bruno. Cada vez que los revolucionarios polemizan habrá más revolucionarios que adopten la posición del díscolo. Es una win-win situation. ¡No falla!
Saltó del butacón y se extendió sobre la alfombra.
—¡No falla! —ladró—. A ustedes lo único que nunca les falla es el gusto por hacer el ridículo. Pablo Milanés escribiéndole a Edmundo, al singáo de Edmundo, —«¡Esa boca, Bruno!», lo interrumpí— y ustedes felices y contentos con el show. Ahora Silvio no volverá a escribirse con Carlos Alberto Montaner. ¡Con lo que a mí me gustaba frotarme contra el laptop cada vez que se querían!
—Siempre se pierde algo, sí —admití—. Pero sé positivo, perro, coño. Goethe pidió más luz cuando agonizaba. Nosotros la estamos teniendo…
—¡Goethe ni Goethe ni la cabeza de un dálmata con garrapatas! Sácame a mear, anda… —me pidió.
—Además, fíjate que he leído en el blog de una importante… —avancé para darle ánimos, pero me cortó irguiéndose sobre sus cuatro patas.
—Grr… —gruñó—. Cagaré también, de paso.
ACTUALIZACIÓN:
Y pica y se extiende. Pablo le responde a Juan Pin lo que cree de las diatribas de Silvio y el segundo publica las respuestas en su blog y pide a Cubadebate que lo imite.
¿Cómo se dirá “Continuará” en jerga nuevatrovesca?
“La era está pariendo un dramón”, me apunta Bruno.
CARTA URGENTE, ABIERTA, A SILVIO RODRIGUEZ
Silvio, mi nombre es Pancratia de las Bermudas. Soy de madre cubana y padre bermudeño. En realidad me bautizaron Pancracia, como mi abuela negra cubana, que fue hija de esclavos, pero bueno. El caso es que me siento parte tanto de esta isla donde vivo, Bermudas, como de la isla donde vives tú.
Como una más entre millones, siento el deber de hacerte esta carta. Siempre he estado pendiente de lo que pasa por allá, desde que, siendo yo niña, me trajeron hasta este pueblo de casitas blancas, inmaculadas, mi madre y mi tío, un ex-preso político (de los que se plantaron en las cárceles y pasaron años en calzoncillos por negarse a vestir el uniforme de presos comunes), y mi madre pudo reunirse por fin con mi papá.
Para rematar, y lo que me impulsó finalmente a hacerte esta carta es que estuve casada con un negrón de CentroHabana (donde mismo viviste tú, Silvio, cuando CH no se caía a pedazos), balsero él, que por esas cosas del destino vino a recalar a estas tierritas; no en balsa, por supuesto, pero llegó, a Bermudas y a mi vida, ¡Y cuánto me ha costado sacar de mi vida a este fanático tuyo que ha sido siempre él, pero me lo saqué!
Mi problema con el negrón de Cayo Hueso, es más o menos el problema que tiene el pueblo cubano contigo, Silvio. De hecho, con él me busqué muchos problemas por culpa tuya, culpa indirecta o directa, yo ya ni sé.
Resulta que llegó criticando aquel sistema que hay en Cuba, como si a mí no me hubiera parecido suficiente testimonio de vida que haya salido huyendo de allá. Pero, no sé, por esos azares del vivir con aire acondicionado hasta en el automóvil, del aprender a hablar lo que se le venga en gana y a viva voz, y después de ser amamantado por mí con langosta dos veces por semana, y pargo y carne de puerco el resto de los días, se me volvió de un banquete para el otro “Revolucionario” y Fidelista. Así se llama él a sí mismo ahora. ¡Virgen de los Cobos, lo que hay que oír!
Te diré que casi se le quitó lo de revolucionario cuando yo, enojada, lo tuve una semana a base de arroz, chícharo y huevo, lo puse a tomar a agua en vez de cervecita cena y almuerzo, para recordarle cuáles son las cosas que comíamos en mi casa en Cuba antes de venirnos para Bermudas, y las que comía él en el lugar de donde escapó. Creo que ahora ni siquiera esas tres cosas juntas puede comer el cubano de a pie, ese cubano que a lo mejor tú no puedes ver, Silvio, porque te lo impiden las altas murallas que rodean tu casa en Siboney.
¿Tú me vas a decir a mí, que dar unas giras por los CDR, te hace estar más cerca del pueblo? ¿Sabes tú cómo viven esas personas cuando se alejan de las tribunas que montas tú, tan bueno que eres para la tribuna, y regresan a sus casas? Podrías hasta imaginarlo, que imaginativo se ve que eres, pero te invito a que vayas y vivas como ellos, vaya, como la misma familia de mi ex-negrón, y después dime que quisieras vivir hasta el fin de tus días en esas mismas condiciones. ¿Qué canción compondrías tras esa experiencia?
Ahora, respondiendo brevemente a algunos puntos de tus cartas a Pablo Milanés, cuya vulgaridad -la de tu texto-, tal vez no sea tan explícita, pero es una vulgaridad en el plano moral, te digo lo siguiente, en nombre de una parte del pueblo del que me siento integrante, por más que tu gente pretenda arrebatarnos ese derecho a los que no comulgamos con su ideología…
“Asimismo no me siento capaz de juzgar, menos públicamente, a un viejo amigo…”. “Por mi parte nunca -jamás- he permitido que en mi presencia nadie hable mal de Pablo”…
¿No es acaso juzgar, decir seguidamente cosas sobre Pablo como que es burdo, desamorado, que hacía propaganda con el único fin de lograr un lleno en su concierto? Que venenosito te quedó esto último. Y lo otro que escribiste después, de que le vendió su alma al diablo, que él es bajo y sucio y por ahí para allá todo lo del mundo y más, ¿tampoco es juzgar?
Mi impresión de ti en este caso es que no dejas que nadie hable mal de Pablo en tu presencia porque eso es una prerrogativa que a lo mejor tú consideras que solamente tú puedes permitirte. En el mejor estilo de Fidel Castro: “que nadie toque nada, sólo yo puedo tocar”. Sólo los que viven en la isla, y preferentemente los que tienen el poder, pueden criticar. ¿Y nosotros qué? Infórmanos, ¿cuándo podremos criticar todo lo que nos parece mal, sin ser perseguidos, o molestados, o encerrados en la isla como Yoani Sánchez?
Poniéndome más seria, me parece que esto otro que dices es MUY PELIGROSO: “Es importante que los que vivimos en esta sociedad imperfecta -y eso quiere decir con cosas malas pero también con cosas buenas- sigamos criticando, sigamos mejorándonos”.
Silvio, es MUY GRAVE llamar simplemente “imperfección”, a lo que son crímenes. No es sencillamente “malo” matar después de un juicio sumarísimo a tres muchachos que no mataron a nadie. La vida humana, Silvio, tiene más valor que cualquier coyuntura política. Es evidente que para ti no todas las vidas humanas valen lo mismo, pero te lo recuerdo. Tú seguramente debes ser como el Che, que aspiraba a que fuéramos “frías máquinas asesinas” contra cualquier opositor. Pero para mucha otra gente sí es igual de valiosa una vida que todas las otras, cantor. Valiosa era la vida de las víctimas del remolcador 13 de Marzo, para no ponerme muy rebuscada, aunque ejemplos de genocidios sobran en la Revolución, como también mencionaría, no tengo nada en contra de mencionarlo, el asesinato de los mártires de Barbados, tan repudiable como el de los cuatro Hermanos al Rescate, o el de Fabio por aquellos otros terroristas, el Fabio que le da nombre a la pizzería de La Habana hoy, o de los cientos o miles que fusiló el Che en La Cabaña.
Los menciono porque crímenes, son crímenes, aquí y allá. Y yo soy pueblo, no tengo compromisos con ningún gobierno, a diferencia de otros. Por ejemplo a diferencia de ti, que omites algunos de esa lista de muertos, insistentemente, y hablas de aquellos tres últimos muchachos fusilados por Fidel Castro como quien habla de tres corderos que hay que ofrecer en ineludible sacrificio, en necesario holocausto, en el altar de la Patria. ¡Dios mío! ¡Asísteme Virgen de los Cobos! ¡Sal del agua y mira esto, muchedumbre de muertos en el Estrecho de la Florida en busca de libertad!
Es como cuando llamaste a las salvajadas de Gadafi algo así como asuntos étnicos de cada nación que hay que respetar, sin intervenir. “Hay que respetar las tradiciones culturales de los pueblos y de sus lugares”. Eso dijiste.
Para terminar con las referencias a tus palabras y actos, ven acá y cuéntame, ¿cuál es el sentido de publicar cartas coescritas o escritas en su totalidad por Pablo Milanés en los años setenta y ochenta? ¿Cuál es la gracia, progresistamente hablando, de que saques en cara esas palabras como si fueran el lastre en la conciencia de ese hombre?, un hombre que ha decidido retractarse de lo que considera inhumano, errado.
Él escribió esas cosas en aquella época, ¿y qué? Eso demuestra que él cambia si en algo le parece necesario cambiar, y que lo que tú llamas mantenerte fiel a tu historial puede perfectamente ser simple terquedad, en algunos casos terquedad con consecuencias criminales. No me extraña que repitas, como Edmundo, que tú sí que te mueres como viviste. ¡No digo yo! ¿Cuántos no quisieran morirse como mismo has vivido tú, siendo que has vivido tan bien? (bien materialmente hablando, claro, porque en tu conciencia yo no quisiera estar). Vivir, por ejemplo, teniendo pleno acceso a las diplotiendas desde muchos años antes que el cubano de a pie, y ahora accediendo a Internet sin censura, mucho antes también que la inmensa mayoría de los cubanos, y tratándote, tú, en los hospitales donde se tratan los dirigentes, los turistas…donde no puede ir la gente común.
Por la más elemental honradez, deberías dejar de decir esa frasecita que vienes repitiendo desde principios de los noventa. Porque no hay mayores méritos en querer morir como has vivido tú, o como aquel inmundo comejamones que vive en Miami. Mérito veo en el hombre comunista honesto que vive en Cuba, y que sigue fiel hasta la muerte a sus ideas (por más que a muchos nos parezcan equivocadas), aunque no conozca más que la tarjeta de racionamiento e ignore lo que es tener -en sus manos, por un segundo- la otra tarjeta, una de esas credit card como las que usas tú, y los Max Lesnik, los Aruca y demás gente que, según tú, “se juega la vida y la historia en Miami, rodeado de criminales locos por acabar con cualquiera que les huela a comunista”.
Que nosotros sepamos, a ninguno de ellos alguien les ha hecho un juicio sumarísimo, con fusilamiento a posteriori, ni los ha agredido de la forma en que hacen en Cuba las hordas en contra de las Damas de Blanco o de cualquiera que alce la voz. A ninguno se les ha prohibido entrar ni salir del país donde viven, aunque ni siquiera sea su país de nacimiento. A ninguno el imperialismo y la “ultraderecha” de Miami les ha lanzado gases lacrimógenos, como hizo tu gobierno, Silvio, contra los opositores de Palma Soriano hace unos días.
Terminas tu segunda “carta” poniendo en duda que Pablo realmente respete la dignidad de su pueblo. No se me olvidará nunca la manera en que has tratado tú a los cubanos en algunos conciertos que has dado. En Youtube están los videos. Con prima grosería absoluta, con arrogancia. Así los trataste. ¡Claro, como ellos no te pagaban en la moneda que te servía para ir a comprar tus cajas de whiskey en Cubalse! Bien distinto has tratado a la gente en tus conciertos fuera de Cuba, gente entre la cual están los extranjeros que no han vivido en carne propia lo que sueñan, o ese nuevo tipo de emigrados cubanos que ha surgido últimamente en las comarcas del capitalismo, como ni ex-negrón, de dólar en el bolsillo, y negados a volver a vivir en la patria como vivían antes de irse: sin jama ni libertad. Pero, al mismo tiempo, ¡cuánto defienden, aquellos y estos, a la Revolución, cuánto marchan convocados por los consulados cubanos, y gritan, y nos hostilizan a nosotros!
¿Qué defiendes tú cuando defiendes la Revolución, Silvio? ¿Acaso a esos hijos de los Castro y el Che que hemos visto, azorados nosotros, en el reciente libro del norteamericano que los frecuentó en sus fiestas en La Habana?, cada uno de estos superhijos del brazo de una mulata de temporada, o dos mulatas de un tirón, y un habano en la boca. ¿En eso terminó la Revolución? ¿En un trovador titimaníaco que, para que nada cambie en su vida de lujos, se aferra hasta la letra y el punto y coma tipeados en el pasado por él y Pablo? ¿Revolución es ese glamour y exuberancia fotografiados por el gringo de marras, equiparables en muchas cosas -sí, objetos, rutinas- al lujo de Gadafi y su familia? ¿Ser fidelista es eso y que sigamos matando a los inconformes… que un Zapata Tamayo y unos negritos más, o unos menos, no se notan -son manchas, dirías tú- en el sol que alumbra desde Cuba a toda América Latina?
Trovador, nosotros en Bermuda no nos propusimos crear al hombre nuevo, fíjate, pero creamos cosas más palpables, como por ejemplo prendas que le facilitan a la vida a cualquier hombre o mujer, sean nuevos o viejos, porque todo el mundo tiene, tenemos, derecho a vivir nuestras pequeñas vidas, lo mejor que podamos, y a circular por las calles y a estudiar en las universidades -sin que nadie, en nombre de una Revolución, nos las quite si no agachamos el moño y empeñamos la decencia-; tenemos derecho a vivir mejor siempre y cuando nos rompamos el lomo trabajando. Hablo de los shorts “bermudas”, que permiten que entre un poco de aire en las piernas. Sí, hay pequeños inventos que le hacen la existencia agradable a cualquier cristiano. Otro ejemplo que te quiero poner son las chancletas de Hawái, que fuera de Cuba llaman hawaianas, y en Cuba llaman metededos. ¿Quieres ver tú cosa más cómoda y refrescante para caminar en esos trópicos del buen Señor? Esas son creaciones revolucionarias. Hay islas que inventan grandes ruinas materiales y sociales cuando supuestamente pretendían crear el Paraíso, y hay otras islas, pequeñas, que nos conformamos con vivir sin asfixiarnos de calor ni de hambre ni de opresión de las masas, de oprobio.
Pancrætia de las Bermudas
Sommerset Village, 6 de septiembre de 2011
CARTA ABIERTA DE SANTA CARRAGUAO AL TAL SILVIO Y AL TAL PABLO
Palo Cagao, 6 de septiembre de este año.
Quiera Dios que al recibo de ésta sigan viviendo bien, nosotros aquí en la casa todos viviendo mal, muy mal. Me he enterado que ahora todos ustedes los de allá arriba se están mandando cartas abiertas; lo sé por Lazarito, mi hijo más chiquito, me dice que entre ustedes la cosa está que arde. A mí, la verdad, ni me va ni me viene, bastante tengo con las cosas de la casa, resolver la comida de todos y el puñetero dinerito de mi hermana Etelvina que no acaba de llegar. Me dice el mismo Lazarito que a él le parece que Yudisleidi, la hija de mi hermana, se lo gastó comprando una entrada para el concierto de Pablo allá en Miami.
En resumen, que los dos me la tienen pelá y les mando esta carta bien abierta, porque el sobre lo hice con un papel de estraza y ni almidón tengo para cerrarlo.
Estoy de los dos hasta el último pelo, ni el mulato pisará las calles nuevamente (que para eso tiene su buen carro) ni la era parió ningún corazón. La única que conozco con ese nombre es a mi vecina Yolandris Lahera, y lo que parió no fué un corazón, sino un par de mulaticos para los que ni tiene leche con qué alimentarlos.
Les voy a decir una cosa: déjense de tanto jeringar y vuelvan a la realidad. A mi Cuco me enamoró al compás de una canción de Rocío Jurado, que no tenía pelos en la lengua y llamaba al pan pan y al vino vino. Porque Para Vivir es una canción bonita pero bastante enredada y al final dice lo mismo que dice la Jurado en El Amor Acaba. Y a ver ¿cuál de las dos vendió más discos en el mundo?. Y, tú Silvio, eres peor porque eres más enredado, fabricas una complicación con palabrerías que nadie entiende, le pones música y al final lo que te sale es un editorial del Granma con musiquita de Radio Enciclopedia.
En fin, que no quiero despedirme sin dejar claro que me importa un pito, sigan mandándose carticas si quieren; adelante con la candanga. Eso sí, no me vengan con el descaro del patriotismo y sus problemas intelectuales, porque ya quisiera yo vivir como ustedes, que hablan y hablan porque saben que ni el Comité del barrio se mete con ustedes.
Y ahora me voy a trapear, lo cual me ha dado más resultado para calmar los nervios que el Meprobamato; no hay nada que me venga mejor que limpiar la casa tarareando algún bolero de Tejedor.
Sin más, se despide de ustedes, esperando que sienten cabeza y comiencen a pensar en el retiro,
Santa Carraguao
Mis queridos SilvioyPablo por qué no se van ambos dos inclusives a la vez a tomar por culo?
Revolucioculonariapingamente
Reynaldo Arenas
La cosa pasa a mayores, de Edmundo — que imagino se tomó la tarea por su cuenta — pasan los ataques a Silvio, al que me imagino que le dieron la tarea, y que después de decirnos que el no habla mal de Pablo, pues no lo hace de sus amigos, nos aclara que no es ya hace mucho su amigo y se despacha a hablar de el con la cuchara gorda.
Pero lo que realmente da asco es cuando Silvio dice que Pablo lo incluye — lo que es verdad — entre ” los que firmamos la carta que él entendió a su manera (y todos los que la firmamos entendimos de otra, o sea un momento en el que había que cerrar filas con la defensa de Cuba).”
Nada había que entender, sencillamente — y que me perdonen las señoras — Pablo tuvo los timbales para decir que no y Silvio, y el resto de los firmantes lo hicieron por pendejos o por hijos de puta.
Sin dudas a Silvio ya hace mucho tiempo que “nos lo ha podrido el enemigo”.
Y por cierto, Bruno parece ser un interlocutor mas inteligentes que aquel que solía llamar a Ferrer por teléfono.
Muy bueno Jorge.
¡¡Cuanta razón tiene Bruno!!
¡Ah! Y la carta de “Pancratia de las Bermudas” ¡¡BUENÍSIMA!!
Se puede decir -escribir- más alto, pero no más claro.
Enhorabuena.
Que tontería todo esto.
Que tontería !!!
Ando buscando el video donde el Silvio manda a callar al publico y lo encuentro en este blog como:
El grandisimo Hijo de la gran puta que es Silvio Rodriguez, manda a callar a su publico demostrando una vez mas su groseria y el Fidel Comunista que lleva dentro de su alma de perro.
Reflexiones de una Habanera, aqui el link
http://belkissima.blogspot.com/2010/06/silvio-rodriguez-manda-callar-su.html
Aquí en un tono de voz más serio:
http://www.elnuevoherald.com/2011/09/06/1019469/carlos-alberto-montaner-silvio.html
“Para el Departamento Ideológico del Partido Comunista… la mejor estrategia” sería de la que “…se deduce que con esos tipos siniestros, tanto los disidentes dentro de la Isla, como los exiliados que se califican como demócratas, no puede haber ningún tipo de relación, salvo el desprecio y la denuncia.”
Aquí en un tono de voz más serio:
http://www.elnuevoherald.com/2011/09/06/1019469/carlos-alberto-montaner-silvio.html
“Para el Departamento Ideológico del Partido Comunista… la mejor estrategia” sería de la que “…se deduce que con esos tipos siniestros, tanto los disidentes dentro de la Isla, como los exiliados que se califican como demócratas, no puede haber ningún tipo de relación, salvo el desprecio y la denuncia.”
(COMO NOMBRE SE ME FUE EL DISPARO ANTES DE TIEMPO)
En un tono de voz más en serio aquí
http://www.elnuevoherald.com/2011/09/06/1019469/carlos-alberto-montaner-silvio.html
Afirma Montaner que “Para el Departamento Ideológico del Partido Comunista…la mejor estrategia…” sería de la que “… se deduce que con esos tipos siniestros, tanto los disidentes dentro de la Isla, como los exiliados que se califican como demócratas, no puede haber ningún tipo de relación, salvo el desprecio y la denuncia.”
No se diferencia mucho de la que aplican los Ninoska, Ileanita, Díaz Balares, David Rivera (el primo de Bruno), Diego Suarez y otros magnates que es más o menos que: /con estos tipos siniestros tanto los dialogueros del exilio, como los reformistas y arrepentidos dentro de la isla, no puede haber ningún tipo de relación, salvo el desprecio y la denuncia./
Muy buena, buenísima, la “carta abierta” de Pancratia de las Bermudas; que lástima que no se la publiquen en el N.Herald y en Cubadebate.
Y si, es cierto lo que dice LT en el 12+1, lo único que “nuestros” intransigentes no tienen, aunque les gustaría, el poder absoluto.
YO MISMO o CEMENTERIO (14), No el absoluto, pero sí el mediático, el económico (son macetas), el histórico y el del cuento. Ah, y algunos tienen algún poder político en el congreso americano y la política local de la 2da ciudad de los cubanos. No es poco.
La última!!!
http://www.ddcuba.com/cultura/6813-pospuestos-los-conciertos-de-pablo-milanes-en-los-angeles-san-francisco-y-puerto-rico
Pospuestos los conciertos de Pablo Milanés en Los Ángeles, San Francisco y Puerto Rico. Dijeron que por cansancio, pero mucho se puede especular.
Bueno berracos, todavia no se dan cuenta que todo esto es una orquesta de el Hussein, se merecen 50 mas de la misma mierda….
..Martin Luther King no me da “ni fu ni fa”
Escrito por Roberto Luque Escalona Viernes, 02 de Septiembre de 2011 20:16
Martin Luther King tiene mala suerte con los escultores. En una esquina del North West hay una estatua suya que es un verdadero adefesio. La de Washington, si pudiera hablar, diría ¨apártate¨. Para mayor desgracia, el escultor es uno de esos camajanes del arte, un chino dedicado a esculpir estatuas de Mao Tse-tung, que ahora es Mao Zedong y que siempre fue un asesino. Martin Luther King no me da ni fu ni fa. Lo siento por la bella capital americana, cuya belleza se verá disminuida por ese enorme esperpento.
* A pesar del despliegue de propaganda, del fervor de los ¨hombres nuevos¨ y el apoyo de los ¨hermanos latinos¨, la asistencia al concierto de Pablo Milanés no pudo pasar de 3,500, que no hubiera bastado para llenar el Blanquita y que resultó exigua para un local de las dimensiones del American Airlines Arena. Como el que no se consuela es porque no quiere y las pérdidas no duelen cuando el dinero es de otro (en este caso de Esteban Dido), Hugo Cancio dice que el espectáculo lo hubiera llevado a cabo ¨de gratis¨. Seguro estoy de que lo hubiera hecho. Ahí les va una frase muy escuchada en el ambiente militarista instituido por aquellos a quienes Cancio sirve: ¨Las órdenes se cumplen y no se discuten¨.
* Los óscares, no los de Hollywood, sino Peña y Espinoza Chepe, tienen la cabeza llena de bazofia socialista. Ariel Hidalgo, el pobre, es una especie de bobito. Armengol, el de la Pala, llamado así por haber querido enterrar a Martí con ayuda de Andrés Reynaldo, el del Azadón, es un escritor fracasado casi concuño de uno que fue famoso y triunfador. Patterson todo lo ve a través del prisma racial, y Milanés, sus músicos y Cancio son negros, mientras que el 95% del exilio es blanco. ¿Y Montaner? Montaner, caramba. Me gustan su prosa y sus buenas maneras, es un hombre moderno desprovisto de rezagos tercermundistas y puede hablar sin mover las manos, lo cual lo aleja de los tribunos del pueblo que tan mal me caen. Por eso trato de comprenderlo. Pero cuando no se puede, no se puede.
* Terminó la función en la Triple A, pero el show continúa: Pablo Milanés dice que Inmundo García es un hijoeputa, mientras que Inmundo afirma que el hijoeputa es Pablo. Debo reconocer que los dos tienen razón.
Ismael, el personaje-narrador de Moby Dick, era homosexual; Quecqueg, uno de los salvajes que servían como arponeros en el barco del capitán Ahab, era o parecía ser su amante. Ismael es el único miembro de la tripulación del Pecquod que sobrevive al enfrentamiento con la Ballena Blanca. Ciento sesenta años después (el libro de Herman Melville se publicó en 1851), otro homosexual cuyo nombre empieza con I, Inmundo, se enfrenta a la Ballena Negra. Me pregunto si sobrevivirá.
* Siempre que termina el Super Bowl, o los juegos finales de las dos ligas de la NFL, o el juego que define al campeón de los colleges, los jugadores del equipo ganador le vacían encima al headcoach un tanque de agua con hielo. Eso mismo me hizo el congresista David Rivera. Ya me estaba entusiasmando con la posibilidad de que la Ley de Ajuste Cubano fuese abolida cuando Rivera se apareció en la televisión y dijo que, legalmente, no puede ser. En fin, del lobo un pelo; al menos que la reformen para que deje de ser un instrumento de la tiranía.
* Es una maldición: los países en los que se habla español no tienen remedio. España parecía haber dejado atrás, muy atrás, su condición de país atrasado tras un largo proceso que comenzó con Franco y los tecnócratas del Opus Dei, que los socialistas no pudieron descarrilar bajo Felipe González y que alcanzó su mayor altura con José María Aznar. Sin embargo, bastó con que Aznar apoyase a George W. Bush en la guerra contra Saddam Hussein, lo que provocó que Al Kaida asesinara a una multitud en la madrileña estación de Atocha, para que la mayoría del pueblo español se acobardara y votase por Rodríguez Zapatero, que ha llevado el país a la ruina.
Chile, sacado del tercer mundo por Pinochet y otros tecnócratas, los llamados Chicago Boys, vivió dos décadas de democracia y desarrollo, ahora amenazados por turbas de estudiantes bochincheros, animales depredadores que conozco muy bien, porque yo fui uno de ellos. Lo de España me sorprendió, no lo de Chile. No se puede confiar en un país que le erige estatuas a un sujeto como Salvador Allende mientras reniega de quien lo salvó del totalitarismo comunista.
Por último, Perú, que iba por el mismo camino de Chile cuando los peruanos eligieron Presidente a un militar golpista, algo que ya había sucedido en Venezuela. Este militar es, además, creyente en una cosa llamada etnocacerismo, que glorifica la teocracia militarista de los incas y, por supuesto, el Estado paternalista, la distribución de la riqueza, la justicia social y todas las monsergas que han servido a tantos hijos de mala madre para implantar su dominio sobre los demás.
Casi se me olvida, che. Argentina parece haber emprendido una vez más el camino que debería llevarla al lugar que le corresponde, camino por el que ya ha transitado antes sin llegar a ninguna parte . Pero (con Argentina siempre hay un pero, qué joder), la marcha la encabeza una señora peronista y los peronistas, ya lo dijo Borges, ¨no son bueno ni malos; son incorregibles¨.
En suma, que los países donde se habla español sólo son buenos para visitarlos en plan de turista. Y no todos
¿Será la propensión al despotismo que heredamos no sólo de España, sino de la Revolución Francesa, esa alabada explosión de perversidad colectiva? No lo creo. El partido de izquierda más poderoso que haya existido jamás, el italiano, nunca pudo provocar en Italia los desmadres que comunistas y socialistas españoles han provocado en España. Otra es la razón. Sepa Dios cual sea.
* El Papa ¨acabó¨ en Madrid. Siempre sucede lo mismo: llega el Papa (éste, el anterior, cualquiera) y, como decía Agustín Lara, se arma la tremolina. Cientos de miles aclamaron a Benedicto XVI mientras escuálidas turbas protestaban por su presencia haciendo gala de la vulgaridad que siempre caracteriza a los izquierdistas cuando se lanzan a protestar por algo ¡Qué gentuza tan repulsiva! Hasta una buena hembra resulta repugnante cuando le tira condones a niñas que rezan.
* Día aciago, el 4 de septiembre de 1933. Comenzó con el juicio de José Soler por miembros del Directorio Estudiantil. Lo acusaban de ser un delator al servicio de la policía bajo la dictadura de Machado. Aquel tribunal de mierda lo presidía Carlos Prío, estudiante de Derecho que luego presidiría la República. Julio Gaunard era el secretario. Los demás miembros eran Rubén de León, Reynaldo Jordán y José Inclán. El defensor, Lincoln Rodón. Estudiantes todos.
Todo parece indicar que Soler era, en efecto, un delator, pero, ¿qué derecho tenían a juzgarlo? Para los tribunales revolucionarios la ley no cuenta; sólo importan los altos y puros ideales de quienes los forman, en este caso, para mayor gloria, eran jóvenes, y además, estudiantes. No representaban a nadie, nadie los nombró. Eran lo que eran por sus pistolas y por el estado de anarquía que imperaba en el país. Rodón intentó que no se le condenara a muerte. Intento inútil, pues para condenarlo a muerte estaban allí aquellos jueces de porquería. A muerte lo condenaron. Carlos Prío, que años después decía y repetía que quería ser ¨un Presidente cordial¨, esa madrugada del 4 de septiembre no mostró cordialidad alguna. De ejecutar al condenado se encargarían otros tres estudiantes: Casimiro Ménéndez, Mario Labourdette y el Chino Seijas. Ese día, esa madrugada, nacieron los tribunales revolucionarios, que en los primeros meses de 1959 asesinaron a cientos de personas.
De la finca cercana a la capital donde tuvo lugar el asesinato, los estudiantes se dirigieron al campamento militar de Columbia, sede de otro evento igualmente ilegal, pero no sangriento. Soldados y clases encabezados por cuatro sargentos estaban en plan de sedición. Sólo reclamaban mejoras salariales, cambios en el vestuario y mejor trato, pero a esos reclamos, cuando no se llevan por los canales reglamentarios, se les llama sedición. Sin embargo, tan moderados e incluso razonables eran, que el asunto no hubiese pasado a mayores si no es por la intervención de los puñeteros estudiantes, a los que se sumaron representantes de Antonio Guiteras, que había protagonizado un fallido intento guerrillero en Oriente, y los jefes de la también fallida expedición de Gibara. De aquella extraña mezcla de sargentos y revolucionarios surgió algo vagamente parecido a un golpe de Estado que derrocó al Presidente provisional Carlos Manuel de Céspedes, hombre sin vocación de poder y con una carga de malos recuerdos provocados por la forma en que fue tratado su padre.
Depuesto Céspedes, surgió una de las mayores extravagancias de nuestra historia: el gobierno colegiado conocido como la Pentarquía. Siempre la consideré una especie de marihuana suiza, pero ya no estoy tan seguro. Entre los engendros creados por la Revolución Francesa estuvo un gobierno colegiado de cinco miembros llamado el Directorio, nombre que a fue a parar a Cuba y allí se ha quedado. Así se llamaba la organización estudiantil que convirtió en golpe de Estado los reclamos de las tropas del campamento de Columbia. Luego, en los 50´, hubo otro Directorio. Ahora también tenemos uno.
Formaban la Pentarquía tres personajes que no tenían ni volverían a tener relevancia, el médico y profesor universitario Ramón Grau San Martí, que tampoco la tenía entonces, pero que no regresaría al anonimato, y Sergio Carbó, un periodista, ese sí con renombre nacional, a quien describí con diez palabras en Los Niños y el Tigre: ¨Sergio Carbó escribía bien. A veces, muy bien. Nada más¨. Magnífico articulista, como político era un cafre. Nos hizo el favor de retirarse de la política, pero antes ascendió a coronel y nombró Jefe del Ejército al sargento mayor Fulgencio Batista, líder de la sedición de Columbia. Nunca más el ejército de la República volvió a ser lo que había sido en tiempos del general José Martí, hijo del poeta, del coronel José Lezama, padre del otro poeta; un cuarto de siglo después fue barrido por una guerrillita farolera.
El joven sargento de 32 años, que llevaba 12 en el ejército, estaba acostumbrado a respetar las jerarquías. Me imagino su estupefacción cuando el periodista-pentarca lo ascendió a coronel. Como es natural, aceptó; yo también hubiera aceptado. Luego, durante 11 años, tuvo un desempeño aceptable. Lástima que su actuación no terminara en 1944
Milanés acaba de hacer declaraciones contra Silvio y hasta El Médico de la Salsa quiere su pedazo en la politiquería farandulera. Esto ya parece territorio de la revista Hola!
http://www.ddcuba.com/cultura/6819-pablo-milanes-jamas-voy-perdonar-silvio-rodriguez
RI y RL son la misma persona?Los dos piensan y escriben igual,pura mierda.
Cuando leo el # 17 y el # 18 (mas el 18, por lo largo e incoherente)) — confieso que los leí — extraño la opción que da el NH de votar para que eliminen los comentarios; pero bueno, del lobo un pelo, al menos se puede votar negativo y ver como se sonroja.
Silvio lo que es una reverenda puta callejera. Miserable de mierda que tenia que cantar escondido en casa del Vedado y Guanabo en la decada de los 60´s y ahora le huele el culo a muerte a sus carceleros.
Humertito: sigues siendo un pobre empleado hotelero que sueña..chupandole el culo mediante..a Ferrer..algun dia llegar a ser Ministro de turismo de Cuba?…Humbertito..eres un personaje patetico como tu amigo Ferrer..a la historia no le estas aportando nada…Sigue trabajando en tus hoteluchos como empleado soñando con algun dia ser alguien importante….jajjajjajja
Nombre= Totalitario e ignorante
Y a el remanente de los solapados “compan~eritos” comentaristas= Ya los calibre’…si todavia hubiera subsidio/welfare sovietico estubieran en Cuba haciendo guardia en el Comite, chivateando a sus madres, sin padres conocidos y apestando a grajo en marchas de el pueblo maloliente, tienen la integridad de un mojon de baja densidad que se descarga y descarga pero no se acaba de largar. Ahora que vienen a chupar welfare, plan 8 y cupones por aqui aprovechen para cargar ruedas de repuesto mantecosas en la panza y hacerse tatuajes de mala muerte, corran ahora a el proximo concierto de Silvio, no se escondan ni las cojan con papelito que ha ustedes hay que dominarlos con el machangon “comunista” que se merecen…
Escribí dos comentarios en el blog de Silvio, pero no salieron publicados… que extraño.
Por cierto me llama la atención ver a ese Silvio que comenta en el blog, tan distinto al que mandaba a callar a los que asistían a sus concierto o — como una vez lo vi — se retiraba con un desplante del escenario, ante la mirada atónita del público y de sus músicos acompañantes , que siguieron tocando sin saber que hacer. Quizás sea debido a que el blog lo leen fundamentalmente extranjeros y las cosas que recuerdo fueron en Cuba…ya saben, por aquello del internacionalismo
Hay dos cosas que me llamaron la atención en los últimos post del blog: una que sigue sacando viejas cartas de Pablo — será para darle cranque al hombre lobo? –; la otra la cantidad de comentarios alabando a Fidel (es como el padre de todos los cubanos, nos dice Silvio, es el que se preocupa por todos nosotros, nos dice también) esto me imagino que sea para que vean que él si sigue siendo fidelista. Vaya como para vomitar.