Silvio Rodríguez: ¿contestatario?, ¿canción protesta?
Jorge Ferrer - 06/12/12Categoría: Agua corriente

El Festival de Cine de La Habana se inauguró anoche con un documental sobre Silvio Rodríguez. Que bien, que perfecto. Silvio es un tema documentable. Es una suerte de documento, si quieren. Y son varias las generaciones de cubanos y demás hablantes de la lengua española que transitaron de la niñez a la adolescencia y algunos después se hicieron incluso adultos escuchando al trovador de San Antonio de los Baños. También un servidor le regaló muchas noches y un buen puñado de madrugadas. Mujeres, ya saben. Y ojalás, sueños con serpientes, mariposas, días y flores, dos tercios de un tríptico y hasta harapos también. Sería innoble no agradecérselas al buen versificador que fue Silvio Rodríguez.
Nada que objetar, pues, a inauguración novotrovadoresca, paran lo que paran hoy las eras.
Pero, ay, se desliza en nota sobre el estreno que Leo Brouwer llama a Silvio Rodríguez «contestatario». El maestro Brouwer, que tanto sabe del peso de las notas debería mensurar también el de las palabras. Silvio Rodríguez, ¿contestatario? ¿No habíamos quedado en que con la denominación de «Nueva Trova» despejábamos por fin toda afiliación de aquello a la «canción protesta», a la canción que protestaba, desde dentro y a todo riesgo, contra poderes inicuos?
Las palabras pesan tanto como los hechos. Sirva brevísima —luego, nada exhaustiva— nómina:
Bob Dylan, Joan Baez o Pete Seeger cantaron a favor de los derechos civiles en los EE.UU. y en contra de una guerra librada por su gobierno que consideraban injusta;
Violeta Parra, Mercedes Sosa o Daniel Viglietti cantaron a favor de la democracia en sus países en franco enfrentamiento a gobiernos totalitarios de los que disentían;
Paco Ibáñez, Lluis Llach o Raimon cantaron contra la dictadura en España, su país;
Hugh Masekela y Miriam Makeba cantaron contra el apartheid en Sudáfrica;
Bulat Okudzhava, Alexandr Gálich o Vladimir Vysotsky fueron tres iconos de la resistencia al totalitarismo soviético, cantando allí, cuanto podían;
Etc., etc., etc.
Silvio Rodríguez, en cambio, lleva cuarenta años loando al totalitarismo cubano y a sus muñidores.
Seguro que Silvio es muchas cosas, y es parte de la «educación sentimental» de muchos cubanos también, pero, oigan, «contestatario» lo que se dice contestatario, y cultor de la canción protesta, en la única verdad que ella entraña, que es la de protestar contra quienes oprimen a los tuyos, al vecino, a tu hermano y a ti mismo, eso Silvio Rodríguez no lo ha sido jamás.
Jorge: Dale de ventaja a Brouwer que tiene una carreta de años encima y dileta sin mucho aspaviento. Silvio es mas joven y no para de hacer el ridículo.
Por eso Leo Brouwer no desea que lo inviten a los GAMMY,JAJAJAAJAJAJ por baboso de los castros y de silvio.Son pejes de la misma red jajajajaaj
El problema es que el Silvio NO considera al régimen castrista como una dictadura, sino como una revolución.
Que es esto el problema de FONDO.
A ver si se termina comprendiendo esto algún día… que es entonces cuando todos los Silvios se volverán contestatarios.
Antes no.
Recuerdo una oportunidad en que le preguntaron en que se había inspirado cuando creo Ojalá, la que muchos cubanos pensamos que — “antes que nos lo pudriera el enemigo” — dedicó a quien no osaba decir (no será así, pero esa cancion es tan explícita que en el Chile de Pinochet la consideraban subversiva) y formó un “embaraje” que daba pena ajena.
Realmente es doloroso que un talento como el de Silvio se haya entregado al régimen tan vergozosamente como lo hizo. Nada, que entre los golpes y la inmunidad optó por la inmunidad… y la inmunidad logró carcomerle los huesos.
Silvio ha jugado alguna vez con la cadena (jamás con el mono), en aquellos lejanos días cuando la cadena lo rozó o le dió algún golpecito. Desde entonces su única protesta es para decir que la gente no lo comprende.
Creo que siempre (antes de los noventa) le acompañó cierta imagen de contestario que le significaba cierta popularidad entre la jóvenes de varias generaciones, y que se trataba de justificar con canciones como Resumen de noticias o Playa Girón, pero contestatario lo que se dice contestatario…tampoco creo que lo era
No te olvides de las Pussy Riots, contra la misma cara del peligroso Putin y la colaboracionista Iglesia Ortodoxa rusa. Mujeres duras, que no delataron a las compañeras ni quieren dinero: hay dos en colonias penitenciarias sometidas a trabajos forzados: una en Siberia y la otra en un pantano de la región de los Urales.
Silvio, qué fraude.
Alguna vez y hace ya mucho, mucho tiempo atras, existio un Silvio que sonaba con serpientes de mar y ese, quizas puede haber sido “contestario”, este de ahora definivamente nada tiene que ver con eso.
Excelente artículo, te felicito.
Y los cubanos todavía tienen dificultades para entender que no existe protesta “a favor”, si es “a favor” no es protesta y si está protestando sólo puede ser contra. Es por eso que políticamente Silvio no pasa de un cortesano que aprovechó muy bien su apoyo al régimen, el resto es poesía, que el papel aguanta lo que le pongan.