Patio de luz
Jorge Ferrer - 20/12/09Categoría: Uncategorized | Etiquetas: Mimbres de la Voz

Hay una mujer que estornuda cada noche en torno a las dos. Repetidamente. Lo hará en unos pocos minutos. Sniff. Sniff. Dos veces siempre. Sus estornudos son como campanadas que me avisan de que he de irme a la cama. Hay dos argentinos, un par como los estornudos, que copulan antes con unas ganas extraordinarias. Ella es de lo mejorcito que he oído follando. La huelo cada vez que me la tropiezo en el supermercado. Huele súper y huele a mercado. Suelo poner algo de Charly García en Spotify cuando acaban. Hay unos vecinos, que por pobres o por gusto o tal vez por vicio, compran pescado barato que fríen una noche sí y otra no, llenándome la mesa de un insoportable olor al Moscú de los ochenta. Les gustan los arenques. ¡Vaya si les gustan! Hay una madre con hija adolescente y díscola. No me gustan sus peleas, que son sonoras y en un catalán exquisito que casi siempre acaba estropeándose con algún «joder», así fritado en español.
Patio de luz, le llamamos en España a esos tubos por los que sube la vida. Aquella bíblica columna de fuego. En Éxodo, ¿se acuerdan?
«Patio de luz», ¿quién ideó denominación tan extraordinaria?
Su patio se parece mucho al mío, sobre todo en el olor a pescado que sube desde el primer piso hasta el mío que es el último. En otro edificio que viví había una parejita también muy fogosa, que ni se preocupaban de cerrar la ventana cuando estaban en sus tareas, más de una vez tuve que dejar el momento de tender la ropa para mejor ocasión. ¿y el canario? no me diga que nunca le ha despertado el dichoso animalito a las siete de la mañana estando Ud. de vacaciones.
¡Ay, el patio dichoso! (por cierto, en catalán lo llamamos “celobert”). No le cuento a qué huelen los guisos de una familia numerosa magribí del segundo. Y aun yo, que vivo en el cuarto; los pobres del tercero están casi en arcada continua. Y suerte que lo nuestro no es un simple celobert sino un gran patio abierto al sol y al aire (celobert en sentido casi literal), que si no…
En cuanto a la preceptiva pareja fogosa, desde que los ardores les fructificaron en bebé se han moderado bastante.
Saludos y adelante con la nueva etapa.
Huele súper y huele a mercado. Bravo. Huele bien este nuevo espacio. Lo seguiremos leyendo. Saludos.
Superior Jorge, superior! Creo que hasta el momento este blog es sencillamente superior
Maravilloso. Es como una especie de ventana indiscreta ese patio de luz. Tampoco logro descifrar la referencia al Éxodo. No conocía la expresión ( no se usa en Cuba,no?) y por suerte o desgracia, en mi edificio no hay ningún patio de luz.
Me alegro muchísimo de volver a verte por aquí, por este “patio de luz de la blogosfera”; ya se te encontraba a faltar.
Y aprovecho la ocasión para desearte lo mejor de lo MEJOR en estas navidades y el nuevo año… esperando vencer la crisis (…o por lo menos que esta no nos venza a nosotros).
Que buen sitio he encontrado gracias al link de enrisco.
Después de leer este post me he quedado pensando qué papel juego yo en mi patio, ¿un simple espectador como los otros lectores, o el molesto freidor de pescados, o el dueño de un perro travieso, o el que sacude sin piedad las migajas del mantel, o el orgiástico y bullicioso amante???
Yo estoy echado a perder con la vida en los suburbios norteamericano. No comprendo como la gente puede vivir hacinados como sardinas en lata en las grandes ciudades, oyendo los ruidos biológicos de los vecinos a traves de una pared, de un piso, por los balcones. Gritos orgásmicos, estornudos, ventosidades, regüeldos, … Yo vivo en mi casa rodeada de césped, arbustos/árboles y cercas y ni veo ni oigo a Catherine. la francesita de la casa de la izquierda o a Kerry la americanita de la derecha. Ambas mujeres sólas con buenos ingresos, jóvenes y bien parecidas. De cuando en cuando, no muy a menudo atestiguando el bajo libido de la mayoría de las mujeres, las visitan amigos, también jovenes y “good looking”, por una noche, no oigo nada sólo lo imagino, no huelo nada, no sé lo que comen. Calabaza calabaza cada uno pa su casa. Recuerdo la escena del edificio de apartamentos habanero que cuenta Zoé con los gritos masculinos repetidos: “Dame la lechita china” y por fin un cubanazo que no podía dormir gritó: “China, acaba de darle la leche a ver si podemos todos dormir”.
El vecino de atrás es un negro prieto de mi edad, con su esposa, todavía fuerte como un mulo, trabaja tiempo completo y está BIEN. Hay tres o cuatro pinos grandes entre las dos propiedades de modo que oigo y no veo. Los domingos de verano pone un tocadisco en el patio e invita a sus amigos a tomar cerveza y a oír música afroamericana a todo volumen y confieso que disfruto oirlo vivir la vida. Esa es la única excepción a mi regla de no enterarme de la vida de mis vecinos.
Fuímos a Broadway hace como un mes y me horroricé al oír a mi reina decir que le gustaría vivir allí. “PA SU MADRE”:.
Luz y Progreso para todos.
solas
lo siento.
Conque… “Patio de Luz”, ¿no? …de Luz María Quñones, no será?
Qué manera de divertirme.
…Y también con los comentarios, oiga: Que en todas partes “cuecen habas”. Me tocó vivir por 2 años en un edificio del downtown, y era la misma comedia, pero todo en inglés; Los mismos olores (por cierto, nada repulsivos) la misma vecina japonesa medio loca que todas las semanas traía un mexicano diferente y recogía los televisores más grandes que la gente botaba. Los arrastraba por todo el pasillo alfombrado ella sola, con un trabajo de mil demonios, hasta que comprobaba que no funcionaban, ahí venía la segunda parte. Todo el mundo la observaba a través del visor de la puerta porque, una vez que la ayudé, después casi que me venía a buscar pa cargarle cada tareco que recogía.
Y así…
En Manhattan los “patios de luz” son despreciables. Los edificios tienen mas de cincuenta años y los han renovados por dentro varias veces, de modo que lucen campana. Nos quedamos recientemente en un hotel de medio pelo llamada Chandlers, alrededor de $300 la noche. Los patios de luz están dedicados a las escaleras de incendios, por donde los inquilinos pueden bajar si el edificio coge candela. No les han hecho nada en 50 años y lucen Dickensianos.
Dale sin miedo…
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