Los Castro y el impúdico mañana
Jorge Ferrer - 12/06/13Categoría: Cambios en Cuba, Castro & Family, En El Nuevo Herald, Letra impresa, Transición

El impúdico mañana
Por Jorge Ferrer
La alegre impudicia con que los vástagos de la familia Castro se han asomado al paisaje del postcastrismo no niega la existencia –algún lector preferirá que escriba “la inminencia”– de este. En cierto modo la confirma, en tanto la dota de una dimensión insospechada hace una década. A saber, la de un mañana en el que los viejos Castro permanecerán como memoria y referencia, sea por exclusión o reafirmación para los agentes sociales que vendrán –eso ya lo sabíamos–, pero en el que también los nuevos Castro sean actores encaramados a los titulares, porque partícipes, beneficiarios y, en cierto modo, tal vez también agentes de la transición.
Se asoman ya hoy, sea en paisajes tan distintos de esa Cuba emergente como la reivindicación de los derechos de los homosexuales que ha hecho célebre a Mariela Castro y le ha granjeado no escasas simpatías, o sentando cátedra en los predios del béisbol –la vicepresidencia de la Federación Internacional de Béisbol (IBAF) que ostenta no es precisamente una bicoca– y el golf, como Antonio Castro, hijo de Fidel y Dalia Soto del Valle. El trofeo que el último ganó hoyo a hoyo en Varadero antes de que los estanquillos de La Rampa o Cuatro Caminos cuenten con versiones locales de revistas que nos cuenten sus hazañas en papel couché no es más que un avance de lo que vendrá. Que vendrá. La fotografía que el hoy jubilado Benedicto XVI se hizo rodeado de Fidel Castro, Dalia Soto del Valle y tres de sus hijos fue, tal vez, la expresión más conspicua de ese outing.
Con todo, y aun siendo los primos Mariela y Antonio Castro los dos rostros más visibles de esa segunda generación, mucho más relevantes, por obscenos, son los roles ejercidos por Luis Alberto Rodríguez López-Calleja y Raúl Rodríguez Castro. El primero, casado con Deborah Castro y según algunas fuentes en trámites de divorcio, es quien controla el holding empresarial GAESA, lo que equivale a dominar el núcleo de la economía cubana del hoy y el mañana; el segundo, nieto que no se aparta de las cámaras que enfocan a Raúl y hasta apareció sentado entre los presidentes invitados al funeral de Hugo Chávez como un cargo electo más –nieto, por cierto, cuyas luces se dicen más escasas que las que alumbraban La Habana a principios de los noventa. Ahí asoma también Alejandro Castro Espín, autor de un libro cuya presentación me sorprendió hace unos meses en una librería de Moscú mientras buscaba, vaya paradoja, las cartas de Vasili Grossman en sus años más tristes. La misma ciudad donde he conocido a tantos que se apearon del coche oficial del “partido” o la KGB para subirse enseguida al Mercedes-Benz de la prosperidad postcomunista.
No era así en el pasado, ¿lo recuerdan? Antes corrían anécdotas de quienes compartían escuela con los vástagos de los Castro, de quienes decían haber visto a las hijas de Raúl viajando en guaguas empujón a empujón y dejando el níquel en la ranura de la alcancía. Antes era evidente que gozaban de privilegios mayúsculos en medio de una población empobrecida, pero sus vidas, piscinas y comidas servidas por solícitas criadas, transcurrían bajo la opacidad de un régimen sin herederos de sangre. Eran hijos, sobrinos y nietos invisibles para los ojos y la historia. Antes los Castro presumían de una vida espartana y una ausencia de vocación hereditaria que los alejaba de otras dinastías. Lo suyo iba a acabarse con ellos, creíamos. Pero, ay, también eso era mentira.
Ahora, parafraseando a Cicerón, otros son los tiempos y otras las costumbres.
No ha de sorprender a nadie que así sea. El retorno de la Cuba de la anormalidad a la condición de paisito normal presupone también que la sobrevivencia de las elites sea la regla. Y los Castro que nunca dejaron escapar a la Cuba miserable, menos la dejarán escapar cuando dé los réditos, políticos o económicos, que ya se anuncian.
Una Cuba que abandone su excepcionalidad será también una Cuba en la que nos toque convivir con esta impudicia.
La columna “El impúdico mañana” aparece publicada en la edición de hoy del diario El Nuevo Herald.
Así mismo…
Obviamente Jorge, no pudiste hablar de todos porque no te alcanzaría el espacio, pero ahí van otros: El hijo de Colome Ibarra tiene una paladar en la Habana que le costo CUC 70,000 echarla a andar. Los sobrinos del Diaz Arguelles de Angola andan comprando como locos casas en Guanabo.
En fin que el comunismo es el camino mas largo desde el capitalismo hasta el capitalismo.
“Duchess” del Caribe; la zorra le mira el rabo al gato.
Existen nobles en esa zona o todos son HPs?
Tuvimos lo que nos merecimos y tendrán lo que se merecerán, mientras viva un solo Castro eso seguirá siendo una …….
No tiene por qué ser necesariamente así. Dependerá de cómo se pacte la transición. Mira en España, ahí están los descendientes de Franco, súper forrados es cierto, pero sin relevancia política o social. Lo ideal es que hubieran devuelto una buena parte de esa riqueza y sus propiedades, pero del lobo un pelo, ¿no?
Coño, ustedes la tienen cogía con los Castro
Todos son iguales:
http://www.abc.es/internacional/20130613/abci-secretos-jong-201306071546.html
Verdad: Todos son iguales. No se ìerdan al tema de Lenin:
http://tersitesexcathedra.blogspot.mx/2012/01/un-amor-imposible-el-comunismo-y-el.html
No tiene ninguna trascendencia lo que escribes hermano, son dos salapastrosos esta Mariela y tumba Antonio, tienen cargitos de porqueria, sin ninguna influencia, seran borrados de la memoria, para cuando los viejos de su clan,ni se recuerden. A proposito Jorge, te falto hablar de Lazaro Exposito Canto, primer secretario del partido en Santiago, un tipo con un power increible, casado con un a de las hijas de “quientusabes” II.
Elefante (9),
Buen comentario.
Lázaro Fernando Expósito Canto (1955, provincia de Villa Clara) es un político y docente cubano, 1er Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Santiago de Cuba y miembro del Comité Central del mismo partido. Ha sido diputado a la Asamblea Nacional del Poder Popular en la IV, V, VI y VII Legislatura. Comenzó su vida laboral como maestro en una escuela primaria, llegando a ser director de la misma. En 1981 fue elegido como Miembro del Comité Ejecutivo del Poder Popular en Caibarien y en 1984 ocupó los cargos de Vicepresidente y Presidente. En 1994 fue promovido a a Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en Santa Clara. Ha sido en diversas ocasiones delegado provincial. En 2001 fue designado 1er Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Granma. En 2009 fue liberado de su puesto en Granma para ser designado Primer Secretario del Partido Comunista de Cuba en la provincia de Santiago de Cuba.
¿Beddá que tu apellido es Martínez?
Wikipedia no dice con quién Lázaro está casado.
Amén.
Menos mal q ustedes mismos se pasan la manito consolanose uno a el otro en masturbaciones mutuas sobre la sucesion de la “famiglia”, parecen avidos paperazzi planeando como van a cubrir la inaguracion de la nueva reina de Inglaterra. Cuando ocurra.
Aqui estoy como me censuran siempre buscando un espacio , ya que uds son democratas y anticomunistas, pues vengo a darles una mano , ya que yo si lo soy de verdad…