Lecturas compartidas (V): El otro paredón y Cómo escribir claro
Jorge Ferrer - 12/07/11Categoría: Lecturas compartidas, Libros, Memoria

Varios Autores
El otro paredón. Asesinatos de la reputación en Cuba
Eriginal Books, Miami, 2011, 178 pp.
El «character assassination», o asesinato de la reputación de una persona, es una práctica a la que han recurrido con frecuencia los totalitarismos, entre otras anomalías de la razón política. Con el título de El otro paredón. Asesinatos de la reputación en Cuba, acaba de aparecer este libro con textos que firman Rafael Rojas, Uva de Aragón, Juan Antonio Blanco, Ana Julia Faya y Carlos Alberto Montaner. Se trata de útil repaso de esa práctica que busca minar la legitimidad de hombres, y también de procesos históricos, mediante la minusvaloración, la mentira o la infamia. Carlos Márquez Sterling o todo el «período republicano» en Cuba; Amadeo Barletta o Carlos Alberto Montaner; la Facultad de Filosofía a finales de los sesenta o el Centro de Estudios de América, más tarde, son algunas de las «víctimas» aquí reivindicadas mediante la exhaustiva explicación de los mecanismos denigratorios que el Gobierno y la policía política cubana, pero también la academia y los escritores oficialistas, utilizan. Es libro que merece atención.
El otro paredón. Asesinatos de la reputación en Cuba se puede adquirir en Amazon y librerías.
Jordi Pérez Colomé
Cómo escribir claro
Editorial UOC, Barcelona, 2011, 92 pp.
Aunque las recomendaciones de libros que hago aquí se ciñen a los textos de tema cubano o pericubano, me salto hoy esa norma no escrita para recomendar Cómo escribir claro, del periodista barcelonés y amigo Jordi Pérez Colomé. Escrito con agudeza, desenfado y la misma eficacia del lenguaje que Pérez Colomé predica, Cómo escribir claro me ha parecido una herramienta fascinante para aficionados a la escritura, que son legión desde que quien quiera puede armar un blog. Decir lo que se quiere decir, decirlo deprisa y con claridad, no suelen ser virtudes muy extendidas en la blogosfera. Este me parece un buen «manual» para quien tenga algo que decir, pero no sepa cómo hacerlo. Recomendado queda. Jordi Pérez Colomé es, entre otras cosas, autor del blog Obamaworld.
Cómo escribir claro, de Jordi Pérez Colomé, se puede adquirir en librerías y, en versión impresa o e-book, aquí.
Amigos y amigotes siempre. No he visto recomendado aquí ningún libro de un cubano que no esté en tu cuerda anticubana… El que paga manda por lo visto, Ferrerito. Debes tener los bolsillos llenos de dólares de Posada Carriles, c-a-b-r-o-n
del primero no se nada pero del segundo en mayusculas y de molde es muy fácil:
primero dibujas un arco en sentido contrario a las manecillas del reloj yendo del minutero al horario a las 5 y 5 digamos, luego metes una escuadra de carpintero apoyada en su lado menor con el mayor del mismo tamaño del arco, a seguir y en las mismas dimensiones un caballete visto de frente pero sin cuadro, una “R” de las de erre con erre cigarro pero en mayuscula y por último el mismo arco inicial pero ahora cerrado en sus 360 grados o’clock.
alguna duda?
Gracias por las recomendaciones lectoras.
Gracias Ferrer. Aprovecho para recomendar el blog de Perez Colome no solo por sus analisis de la politica americana sino tambien por los links a las fuentes originales. Siempre es interesante leerlo.
Comegofio, fuiste muuyy oscuro con tu (2). No puedo entenderlo.
HDR, (5) abanicaste. Si sigues las instrucciones al pie de la letra te sale la palabra C L A R O. Piensa en la forma de la escuadra de carpintero como A y así por el estilo ¿Te la llevaste? de nada.
Libros de cabecera. No hay raiz en ciernes que no se precie de alcanzar un texto. Como este. Ahora se proclama alabardero, filósofo e iconoclasta. No, por ahora.
Siempre leo con asombro a los muchos que defienden la “inocencia”de un señor como Carlos Alberto Montaner. Este libro se suma a esa práctica. Montaner es todo y más de lo que ha dicho el gobierno cubano.
Leon Tusao,
Ta bien, fallé. Pero todavía no sé a que viene CLARO en esta entrada literaria de Jorge. Sospecho que CG probó por primera vez la yerba con cambios en el DNAque creo que es 2 ó tres veces más potente que la vieja. Lo puso en órbita.
Jaranero, ¿cuál fue el delito de Montané? ¿Le tocó el culo a Mariela? ¿Desacato por insinuar que un mismo gobierno por 50 años, sin elecciones libres y certificadas internacionalmente, PARECEN (no dijo que sean) una dictadura? ¿Le tiro un “gollejo” a la China cuando viajó al extranjero?
De seguro no fue tratar de poner bombas como lo hizo el 26 de julio hasta el 58.
HDR,
mas CLARO ni el agua. la verdad es que no fume pero es como si ya mi organismo estuviera autogenerando cannabis.
salud!
Creo que sí, que hacia falta un estudio de la práctica del desprestigio (eso de atacar al mensajero y no al mensaje), tan usada por el régimen castrista, que aunque no es su invento lo han usado siempre con mucho “fervor revolucionario” – y que siempre me recuerda aquello de: mamá… dile puta antes que te lo diga! — y no solo ellos y sus voceros, sino sus simpatizantes y los que, aun siendo sus adversarios, han sido contagiados por ese vil método.
En cuanto a Jordi sin dudas sabe escribir y quien lo dude que visite su blog – Obamaworld –, del que aparece un link entre las concomitancias que nos pone Ferrer.
Ja, ja, ja Me muero de la risa de leer la sarta de estupideces del primer comentario. ¿Posada Carriles? ¿Ferrer cobrando por esto? ¿Que provoca debate este comentario? Ja, ja, ja, ja.
Me leí El otro paredón cuando lo pusieron a la venta en Amazon. Puede que para el que ha vivido en Cuba, y además ha tomado distancia del régimen castrista, casi nada de lo denunciado y analizado en el libro lo sorprenderá. Así y todo, el capítulo dedicado a Barletta, a cargo de Blanco, me brindó informaciones que no conocía sobre este italiano y las novelas de Cirules, autor que nunca me gustó. El capítulo de Rojas es muy bueno. Y también los testimonios de Montaner y Faya, quienes como se dice en el Prólogo, anduvieron caminos diferentes. Los argumentos utilizados por Aragón para justificar las actuaciones de Márquez Sterling como político no los comparto. Aunque concuerdo con el mensaje de todos los capítulos del libro, incluido ese último: Es hora ya de respetar aunque se tengan criterios diferentes, y basta ya de hacer papilla a la gente. Para los que viven en Cuba: El lavado de cerebro existe; autoanalícense para que vean cuán blanquitos los han dejado y cuánto los Castro los manipulan.
Caballero, los años no pasan en balde. Ahora por fin entendí el chiste de CLARO, excelente, y me tomó casi un día en llevármelo.
Pensando acerca de Reina y su tribu, no es la primera vez en la isla de corcho (así le decían, créalo o no lo crea) en cual la familia medra con el muertecito.
Mi madre era amiga de la madre de Rafael Trejo, no estoy seguro si el nombre era Rafael, universitario matado por la policía de Machado durante una manifestación en la escalinata y en San Lázaro.
Mi vieja a quien no le gustaba el chisme pero la entreteía, me comentaba bajito que el padre del muerto había llegado a presidente del Tribunal Supremo cabalgando sobre los hombres del difunto hijo. Prío lo nombró a ese cargo. Los Trejos creo que tenían casa en Baracoa, vivían muy bien y cuando mi madre los veía pasar en el cola’epato me guiñaba un ojo maliciosamente. Es posible que sólo haya sido una cabrona calumnia.
Coletilla:
Las viejas hijas de puta argentinas, las madres de la plaza de mayo?, viven campana a costa de sus hijos “desaparecidos” por los clarividentes generales, hoy perseguidos por Cristinita la demagoga.
HDR,
usted me ha hecho reir, no lo imagino todo el día en claro. ahora comprese uno de como entender claro porque escribir claro ya sabe.
saludos
el de los paredones me huele a una autobiografía colectiva, del tipo:
nacieron en el ceno de una familia humilde…. fueron siquitrillados… emigraron para el yuma… y vivieron muy felices.
Pues ya Reina Luisa fue al Congreso y de la mano de Ileana, Mario Diaz-Balart y David Rivera — nada menos que David Rivera –pidió duplicar el embargo; lo que en el idioma de “nuestros” congresista significa eliminar los viajes y envíos de remesas a los familiares, amigos y opositores en Cuba.
Pobre Reina Luisa y, sobre todo, pobre Orlando Zapata Tamayo.