Chefs del californiano restaurante Chez Panisse viajaron a La Habana a enseñar a los cubanos a comer. ¡Ya era hora! Tolerar que esos brutos criollos sigan jamando yucas y malangas sin parar resulta intolerable para los exquisitos valedores de la alta cocina orgánica.
Una delegación de chefs del famoso restaurante Chez Panisse de Alice Waters en Berkeley, California, ha ido a Cuba con la misión de estimular a los cubanos a que ingieran platos más saludables, con más frutas y vegetales, preferiblemente orgánicos y cultivados en cooperativas locales con métodos sustentables, reportó la AP.
Los miembros de la delegación “Planting Seeds” (Sembrando Semillas) ofrecieron seminarios sobra platos de cocina lenta a chefs y estudiantes de culinaria de la Isla.
Prepararon asimismo dos grandes cenas, incluido un plato con conejo en Le Chansonnier, un restaurante privado al que asistió la hija del gobernante Raúl Castro, Mariela Castro.
Hubo otra comida para 100 personas en un restaurante estatal, con la asistencia del alcalde de Berkeley, Tom Bates, la senadora californiana Loni Hancock y altos funcionarios cubanos.
Los chefs californianos visitaron granjas orgánicas en las que compraron alimentos y se maravillaron ante la variedad de productos frescos, sin pesticidas, que cargaron en los baúles de sus automóviles para usar en las cenas.
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En Chez Panisse los chefs deciden en el último minuto lo que van a cocinar, dependiendo de los productos frescos a su disposición. Su consejo a los cubanos que no tienen un suministro seguro de ingredientes básicos como el huevo: “sean flexibles y no se preocupen demasiado de tener un menú fijo”.
“Caminen por la granja. Dense una idea de los vegetales que hay y usen su imaginación para asegurarse de que se les siente el sabor que deben tener”, afirmó Jerome Waag, chef en jefe de Chez Panisse.
“Eso es lo que hacemos nosotros en California. Así nos gusta cocinar. Todo es muy sencillo”.
¡Formidable, ¿no es cierto?! Ay, ese sublime “todo es muy sencillo” debería figurar en la enciclopedia de la imbecilidad.
Aun cuando no dispongo de imágenes de las clases magistrales y los ágapes, bastan estas para trasladarles el ambiente que se vivió allí, mientras los californianos deleitaban al público con macrobiótico consomé de catibía.
Fidel Castro no será capaz de regalarnos en su sobrevida el gusto de verlo entre rejas o fusilado, o una cosa y la otra en feliz sucesión continua.
Pero, ay, la naturaleza nos regala, antes del anhelado “hecho biológico”, la gracia de verlo chochear a mansalva. De verlo convertido en oximorónico payaso hijo de puta.
Están las condiciones creadas para que el país comience a producir masivamente Moringa Oleífera y Morera, que son además fuentes inagotables de carne, huevo y leche, fibras de Seda que se hilan artesanalmente y son capaces de suministrar trabajo a la sombra y bien remunerado, con independencia de edad o sexo.
¡Ay, mamá! Carne, huevo y leche promete el señor del hambre. Y fibras de seda, casalianamente. Seda que, oigan, ¿no producen los gusanos en la bendita Hialeah?
Fatigando la wikipedia ha descubierto este cabrón redentor arbolito de Asia que vendría a redimir a los cubanos de la miseria compartida en la que los sumió el castrismo por medio siglo y pico. Moringa o morronga. Mono vestido de seda. Fuentes inagotables. Carne, huevos, leche, balbucea en Punto Cero.
Divierte, ya sé. Entusiasma ver la decrepitud del déspota. Nos reímos. El jajaja de los perdedores que somos.
Porque este viejo mascatrancas acabará muriendo en su cama, rodeado de los suyos, mientras los cubanos nos perdemos por medio mundo o vivimos, viven, en esa pobre isla.
¡Pena me da el cubano que por pudor o cobardía se ahorre o esconda el deseo vivo de ver a Fidel Castro atravesado por una bala que no sepa ni a carne ni a huevos ni a leche! Una bala con sabor a pólvora que nos redima, cuanto pueda, de haber soportado ESTO y haberlo soportado TANTO.
Pero de esa bala sabremos tanto como de la carne, la leche y los huevos que promete el arbolito de Oriente descubierto por el dictador senil. En la India, donde crece, se venera a Kundalini, diosa que se enrosca para morderse la cola. Ese es nuestro sino, el de un majá sin patas ni ganas. Un jubo que no le gana a la jutía ni a abrazos.
Se trata de Luis M. Luarca, un médico cubano exiliado que se autotituló «Presidente del Proyecto de Restauracion De La Nación Cubana / Sistema Multipartidista Patriotico Unido y Fundador del Movimiento Cubano Mesianico-Judio A La Sagrada Familia». Así con todas las letras y sus mayúsculas, nenes.
Lo había olvidado en estos años, ¡y a uno le cuesta olvidar tales cosas!, cuando me sorprende ahora con una suerte de reggaetón dedicado a Benedicto XVI, La gasolina cubana, que canta como saliendo de entre las olas y, agárrense, con anuncio de huelga de hambre. (Alguien tendrá que explicarnos el porqué de esta súbita pasión cubiche por las huelgas de hambre.)
Leo en la misiva que envía hoy a mi buzón de correo:
A traves de esta pequena carta quiero informarles que a partir de hoy 11: 59 PM / 12:00 Midnight / Medianoche , me declaro en huelga de hambre para exigirle al Gobierno de Cuba , a La Conferencia De Obispos Catolicos De Cuba , al Papa Benedicto XVI , asi como a la Comunidad Internacional que reconozcan en publico al Movimiento Cubano Mesianico-Judio A La Sagrada Familia del cual soy el fundador .
Es bueno senalar que no levantaremos esta huelga de hambre hasta que el Gobierno Cubano nos reconozca como Institucion Religiosa y nos de permiso para regresar a nuestra patria y llevar a cabo celebraciones religiosas a todo lo largo y ancho del pais ( Como se les permite a los Pontifices Catolicos Apostolicos Romanos ) para que el pueblo cubano me pueda conocer en vivo / directo y asi comenzar la Mision que Yeshua me ha encomendado . De la misma forma La Conferencia De Obispos Catolicos De Cuba , y el Vaticano deben reconocerme como Movimiento Religioso.
Nada, avisados quedan.
Ah, y el reggaetón en clave de canción protesta que podría ser el mensaje postrero de este elegido por Yeshua. ¡Bailen, bailen… si pueden!